el rey don Alfonsso tanto avie la grand saña,
antes de la noche en Burgos del entro su carta
con grand recabdo e fuerte mientre sellada,
que a mio Çid Ruy Diaz que nadi nol diesse¡n¿ posada,
e aquel que gela diesse sopiesse ?vera palabra?
que perderie los averes e mas los ojos de la cara
e aun demas los cuerpos e las almas.
Grande duelo avien las yentes christianas;
asconden se de mio Çid ca nol osan dezir nada.
El Campeador adeliño a su posada;
asi commo lego a la puerta falola bien çerrada
por miedo del rey Alfonsso que assi lo avien parado
que si non la quebrantas por fuerça que non gela abriese nadi.
Los de mio Çid a altas vozes laman,
los de dentro non les querien tornar palabra.
Aguijo mio Çid, a la puerta se legava,
saco el pie del estribera, una feridal dava;
non se abre la puerta ca bien era çerrada.
Una niña de nuef años a ojo se parava:
"¡Ya Campeador, en buen ora çinxiestes espada!
El rey lo ha vedado, anoch del entro su carta
con grant recabdo e fuerte mientre sellada.
Non vos osariemos abrir nin coger por nada;
si non, perderiemos los averes e las casas
e demas los ojos de las caras.
Çid, en el nuestro mal vos non ganades nada;
mas ¡el Criador vos vala con todas sus vertudes santas!"
Esto la niña dixo e tornos pora su casa.
Ya lo vee el Çid que del rey non avie graçia.
Partios de la puerta, por Burgos aguijava,
lego a Santa Maria, luego descavalga,
finco los inojos, de coraçon rogava.
La oraçion fecha luego cavalgava;
salio por la puerta e en Arlançon pasava.
Cabo essa villa en la glera posava,
fincava la tienda e luego descavalgava.
Mio Çid Ruy Diaz el que en buen ora çinxo espada
poso en la glera quando nol coge nadi en casa,
derredor del una buena conpaña.
Assi poso mio Çid commo si fuesse en montaña.
Vedada l'an compra dentro en Burgos la casa
de todas cosas quantas son de vianda;
non le osarien vender al menos dinarada.
2.Lamavan a la puerta, i sopieron el mandado;
¡Dios, que alegre fue el abbat don Sancho!
Con lumbres e con candelas al corral dieron salto,
con tan grant gozo reçiben al que en buen ora nasco:
"¡Gradesco lo a Dios, mio Çid!" dixo el abbat don Sancho;
"Pues que aqui vos veo prendet de mi ospedado."
Dixo el Çid: "Graçias, don abbat, e so vuestro pagado.
Yo adobare conducho pora mi e pora mis vassallos;
mas por que me Yo de tierra dovos.l. marchos,
si yo algun dia visquier servos han doblados.
Non quiero fazer en el monesterio un dinero de daño;
evades aqui pora doña Ximena dovos c. marchos,
a ella e a sus fijas e a sus dueñas sirvades las est año.
Dues fijas dexo niñas e prendet las en los braços,
aquellas vos acomiendo a vos, abbat don Sancho;
dellas e de mi mugier fagades todo recabdo.
Si essa despenssa vos falleçiere o vos menguare algo,
bien las abastad, yo assi vos lo mando;
por un marcho que despendades al monesterio dare yo quatro".
Otorgado gelo avie el abbat de grado.
Afevos doña Ximena con sus fijas do va legando,
señas dueñas las traen e aduzen las adelant.
Ant'el Campeador doña Ximena finco los inojos amos,
lorava de los ojos, quisol besar las manos:
"¡Merçed, Campeador, en ora buena fuestes nado!
Por malos mestureros de tierra sodes echado.
3.Toda la noche yaze en çelada el que en buen ora nasco
commo los consejava Minaya Albar Fañez.
"¡Ya Çid en buen ora çinxiestes espada!
Vos con c. de aquesta nuestra conpaña
pues que a Castejon sacaremos a çelada..."
"Vos con los cc. id vos en algara;
ala vaya Albar Albarez e Albar Salvadorez sin falla,
e Galin Garçia ?una fardida lança?
cavalleros buenos que aconpañen a Minaya.
Aosadas corred que por miedo non dexedes nada.
Fita ayuso e por Guadalfajara
fata Alcala legen las algaras,
e bien acojan todas las ganançias,
que por miedo de los moros non dexen nada.
E yo con los c aqui fincare en la çaga;
terne yo Castejon don abremos grand enpara.
Si cueta vos fuere alguna al algara
fazed me mandado muy privado a la çaga;
¡d'aqueste acorro fablara toda España!"
Nonbrados son los que iran en el algara,
e los que con mio Çid ficaran en la çaga
Ya quiebran los albores e vinie la mañana,
ixie el sol, ¡Dios, que fermoso apuntava!
En Castejon todos se levantavan,
abren las puertas, de fuera salto davan
por ver sus lavores e todas sus heredades.
Todos son exidos, las puertas abiertas han dexadas
con pocas de gentes que en Castejon fincaran;
las yentes de fuera todas son deramadas.
El Campeador salio de la çelada,
corrie a Castejon sin falla.
Moros e moras avien los de ganançia,
e essos gañados quantos en derredor andan.
Mio Çid don Rodrigo a la puerta adeliñava;
los que la tienen quando vieron la rebata
ovieron miedo e fue desemparada.
Mio Çid Ruy Diaz por las puertas entrava,
en manlo trae desnuda el espada,
quinze moros matava de los que alcançava.
Gaño a Castejon y el oro e la plata.
Sos cavalleros legan con la ganançia,
dexan la a mio Çid, todo esto non preçia nada.
Afevos los cciii. en el algara,
e sin dubda corren; fasta Alcala lego la seña de Minaya,
e desi arriba toman se con la ganançia
Fenares arriba e por Guadalfajara.
Tanto traen las grandes ganançias
muchos gañados de ovejas e de vacas
e de ropas e de otras riquizas largas.
Derecha viene la seña de Minaya;
non osa ninguno dar salto a la çaga.
Con aqueste aver tornan se essa conpaña,
fellos en Castejon o el Campeador estava.
"El castielo dexo en so poder; el Campeador cavalga,
saliolos reçebir con esta su mesnada.
Los braços abiertos reçibe a Minaya:
"¿Venides, Albar Fañez, una fardida lança?
¡Do yo vos enbias bien abria tal esperança!
Esso con esto sea ajuntado;
dovos la quinta si la quisieredes, Minaya."


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